sábado, 20 de septiembre de 2008

Re: The Truth about Linux

Hoy, mientras navegaba en la red, me encontré con dos páginas dedicadas a difundir lo que ellos llaman The Truth about Linux. Se pueden encontrar aquí y aquí.

Es interesante ver que esta pelea por el mejor sistema operativo ya se empieza a parecer a algún conflicto de oriente medio.
Si quieren mi opinión sincera, les puedo decir que alguna vez con un amigo platicábamos acerca de las diferencias entre Windows y Linux y cuál de los dos era mejor. Acabamos diciendo que lo mejor que se podía hacer era comprar un Mac.

Bueno si lo que quieren es que aquí en este momento elijamos un sistema operativo, les voy a hablar ahora (claro está), basado en mi experiencia con Windows y Linux y voy a hacer algunas referencias a las páginas antes mencionadas. Nunca he trabajado con Windows Server ni con un Linux en servidores, así que de ello no hablaré.

Mi historia con los computadores se remonta a 1995, año en el que aprendíamos a utilizar un computador que poseía DOS. Jugaba Prince of Persia, Los Picapiedra, y un muy buen juego de deportes de Invierno que nunca volví a ver.

Es hasta 1998 que mi papá compra un computador con Windows 95 y le instala Encarta (si, Encarta! 95!). Jugaba Dumb, Quake, Wolfenstein 3D y en mis ratos libres descansaba de los shooter y me dedicaba a dibujar maricaditas en Paint y a perder en Mario.

En el 2000 aproximadamente conozco Windows 98 y creo que no hay cosa que lo supere. Esta vez ya no juego tanto pero de igual manera pierdo mi poco tiempo de descanso (no saben todo lo que pide una adicción a Pokémon) con las diapositivas del PowerPoint y las sumas del Excel.

No es sino hasta más o menos el año 2004 que compramos un computador al que después de un año le pudimos instalar Windows XP. No puedo contar las horas que pasé en frente del emulador de Play Station I o al de GameBoy Advanced. Tampoco podría traer a memoria todas aquellas veces que me embelecé con Diablo II, Crazy Taxi, Civilization o Empire Earth.
Windows XP para mí trajo cambios grandes. Algunas aplicaciones que nunca había podido instalar en 98 por que me decía que sólo eran para XP increíblemente ahora si funcionaban. El entorno gráfico con sombras, brillos, colores verdes y azules me parecía muy atractivo. Aunque nunca he sido una persona que se conforme con ver su pantalla igual por más de una semana así que el azul y verde lo cambié luego por negros, grises, naranjas y rojos (gracias mamá por tener tanta paciencia y tolerancia).

Sin embargo, siempre pensé en la versión 98 con entrañable melancolía. Siempre extrañe su velocidad, su simpleza y su bajo número de pantallas azules por minuto. Para mí, siempre fué mejor 98.

Me dirijo entonces ya a mi época universitaria donde por primera vez alguien me presta un Live de Linux Knopix para probarlo.
Mi computador de 128 Mb de Ram, 10 Gb de disco duro y procesador 516 Mhz lo tomó bastante bién. Tanto que después de unos cuantos minutos de tratar de abrir el menú no me dijo nada. Ni se inmutó.
Le devuelvo el CD a mi compañero y le digo que ya sabe que puede hacer con su Linux.

Sigo con mi Windows XP esta vez en un Core2 Duo de 2.4 con 1 GB de Ram y 160 de disco duro.
Pruebo Windows Vista en el computador de una amiga y me parece que empiezo a extrañar mi XP de la misma manera que lo hacía con el 98. Cada vez que veo un Vista me parece ver gente ignorante, que no sabe lo valiosa que es la estabilidad en un sistema operativo.
hace poco un amigo me preguntaba ¿Qué de malo tiene Vista con respecto a XP? Le decía sin articular muy bien mis ideas "es que es demasiado seguro". El me respondía con toda la razón que un SO no puede ser malo por el hecho de ser seguro. Ahora me doy cuenta de que lo que realmente me molesta es que me pregunten más de dos veces si en realidad estoy seguro de ejecutar el cuento del W32/Hoots-A...

Es hasta hace mas o menos un año y medio que un amigo me da a conocer Debian. me parece de lo mejor y queriendo un cambio en mi vida acepto y decido instalarlo en mi PC.
Descargo y quemo los tres DVDs del sistema operativo (porque en ese momento no tenía acceso a intenet desde mi casa). Todo lo normal: Abro la unidad de DVD, inserto el número uno, espero a que reinicie, empieza el instalador, no funciona, llamo a el loco del grupo Linux de la universidad, me dice que ponga un parámetro en la linea de comandos antes de ejecutar la instalación, inicia el asistente, me dice que no reconoce la unida de CD/DVD, reinicio, lo mismo, me rasco la ceja izquierda, leo con atención... Después de unas cuatro o más semanas de tratar con debootstrap, CD de instalación, CD de 32 bits, CD modificado por un japones, IRC, pegarle a la CPU y decirle groserías, decido quedarme con un Ubuntu que ya había instalado con anterioridad.

Es así que empieza mi historia con Linux. Con un Ubuntu y con ganas de Debian para que no me sigan diciendo en la universidad que utilizo un sistema operativo para niñas.

Después de un año de utilizar sólo Ubuntu les puedo decir lo siguiente:

  • Ubuntu ES un sistema operativo, no sólo un juguete.
  • Nunca me volví a preocupar por virus en mi computador.
  • He aprendido a buscar las respuestas por mí mismo y a no ser tan perezoso.
  • Ya no gasto tiempo mirando qué hay en la nevera mientras inicia.
  • Si quiero instalar algo es simplemente escribir una linea de texto (que ya tengo más que mecanizada) en una consola.
  • Ahora si puedo decir que tengo un sistema operativo completamente legal (desde que el enlace a las tales pruebas del robo de las 63 patentes a Microsoft me lleve a un error 404 como hasta ahora, todo está bien).
Si, y no lo puedo negar, a los sistemas operativos que utilizan Linux (porque Linux no es un sistema operativo) les hace falta aún mucho. Pero rayos! Es en verdad increíble lo que se ha conseguido con algunas cuantas personas alrededor del mundo poniendo su granito de arena a lo que consideran su filosofía de vida!

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